Cuando estaba en jardín de infantes, bailé un candombe con mis compañeritas para el acto del 25 de mayo. Para eso, me tuve que disfrazar de negra. Según cuentan las malas lenguas (bah, mi mamá), cuando terminaron de pintarme con maquillaje y corcho quemado y me pusieron la peluca, me miré al espejo y me puse a llorar: no quería ser negra. Todos me decían "no llores, no llores que se te corre el maquillaje". Y así llegué a la escuela, con la cara veteada entre maquillaje y lágrimas. Vaya este recuerdo para este nuevo aniversario del 25 de mayo.
Bueno primero que no hay malas lenguas en este hermoso recuerdo.Segundo que ese "bah mi mamá" tampoco.Porque con solo mirar a esa preciosa negrita uno se imagina a una FELIZ CRIATURA pero asustada..Besos .Ma
ResponderEliminarQUÉ LINDA ESTABA LA NEGRITA SABÉS ALGO YO TAMBIÉN HICE DE NEGRITA EN UN ACTO, SON LOS MEJORES RECUERDOS!!!
ResponderEliminarVIVI