viernes, 21 de octubre de 2011

Avisados estáis


El lugar: Subte D, Ciudad de Buenos Aires, en horas de la mañana, con todo lo que ello implica (léase, apretujones varios).

La anécdota: Me subí en la Estación Pueyrredón y me dirigía a la Estación Tribunales. Una vez adentro, la voz de la conductora se empieza a escuchar a través de los parlantes: "Por favor, cuiden sus pertenencias durante el viaje". Qué amabilidad, pensé. Pero no. A los cinco minutos, el speach se volvió a escuchar: "Por favor, cuiden sus pertenencias durante el viaje". Y así una y otra vez, "Por favor, cuiden sus pertenencias durante el viaje". Todos agarraban sus carteras, bolsos y portafolios y miraban al que estaba cerca, con cara de sospecha. Después de unas seis o siete veces de escuchar lo mismo, un señor parado al lado mío me explicó: "Esto pasa cuando el conductor ve subir a alguien a quien ya tienen marcado como punguista y da aviso para prevenir."

Digo yo, ¿no sería mejor colgar en los vagones un simpático cartelito que rece "La empresa ser reserva el derecho de admisión" y no permitir que suba? ¿O sería algo tomado como discriminación y el punguista elevaría una denuncia al Inadi? ¿Acaso los Casinos no lo hacen?

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