sábado, 26 de junio de 2010
Señales
La semana pasada, recibí en casa la visita de una persona que vino a que le explicara cómo armar ciertos juegos para colaborar en una revista. Cuando quiso tomar nota de las indicaciones lo hizo con un lápiz negro que sacó de su cartera. Me llamó la atención que escribiera con un lápiz y no con una birome o lapicera. Más todavía cuando noté que el lápiz en cuestión era un 2B, no un HB que son más universales. Entre charla y café, cuando se fue, el lápiz quedó sobre la mesa. De ahí, al cajón de mi escritorio.
Hoy mi hija rendía Biología en la facultad. El examen era un multiple choice y ayer me pidió que le consiguiera un lápiz negro para realizarlo. La indicación que le dieron antes de ir a rendir el examen decía lo siguiente:
"Para señalar las respuestas correctas, utilizar únicamente un lápiz negro 2B y pintar íntegra las casilla correspondientes para que la computadora pueda reconocerlas. No escribir dentro de ellas ni marcar una cruz."
Y ahí estaba, el 2B, esperándola en el cajón de mi escritorio. Linda señal...
lunes, 21 de junio de 2010
Alguien que me explique
Eso, alguien que pueda explicarme la razón por la cual los guantes de goma de talle mediano (que obviamente son los que más se venden) salen $9,39 y los de tamaño grande, tres pesos menos.
Si la situación fuese a la inversa, uno podría pensar que necesitan más material para elaborarlos, pero... ¿alguien puede encontrarle una verdadera explicación a esto, que no sea el viejo cuento de "veamos cómo ganar más guita"?
Uff...
domingo, 20 de junio de 2010
El día del padre
jueves, 17 de junio de 2010
Recuerdos de otros tiempos
A veces la mente tiene esa capacidad de recordarnos cosas que creíamos olvidadas.
Hoy viajaba en el subte hacia la oficina y de repente escuché la parte de la música de la propaganda del secarropas "Kohinoor" que dice "El Koh-i-noor es el Koh-i-noor, poderoso el chiquitin".
En ese preciso momento, mi mente terminó el slogan con lo que se decían mutuamente mis hijos -allá lejos y hace tiempo- cuando se peleaban y eran muuuy chicos (y todavía no usaban otras "palabrotas" para ofenderse que no fueran "tonto", "boba" o "paparulo"):
"El Koh-i-noor es el Koh-i-noor, poderoso el chiquitin... COMO TU CEREBRÍN"
Lindo recuerdo.
lunes, 14 de junio de 2010
No me gusta que me mientan
El viernes pasado fuimos con mis amigas "las aeróbicas" (Norma, Claudia y Vivi, con quienes voy a caminar aeróbicamente, cuando el clima, nuestras obligaciones y nuestras ganas nos lo permiten) a conocer el Museo Evita (Museo en homenaje a Eva Perón, sito en Lafinur 2988).
Una casa bellísima, grandes ambientes, puertas robustas, pisos y escaleras de madera noble, patio andaluz, balcones antiguos de hierro forjado, balconcitos interiores, ventanas con rejas bellísimas, molduras antiguas, cocina de época... Un placer estar ahí adentro.
La muestra es interesante, una parte de nuestra historia: videos, manuscritos, documentos, ropa, calzado, donaciones, sombreros, carteras, perfumes...
En una de las vitrinas pudimos ver el tailler que acá se luce. Al su lado, la foto donde teóricamente Eva lo lucía. No había ningún cartel que nos invitara a jugar al juego de las 7 diferencias; por eso grande fue nuestra sorpresa cuando advertimos que el saco de la vitrina era una vil imitación del que Eva lucía en la fotografía. El saco original tenía dos hileras de 5 botones cada una. El de la vitrina, dos hileras de 6. El saco original tenía un bolsillo a cada lado. El de la vitrina, ninguno. No seguí buscando las 5 diferencias restantes. Salí de ese salón exclamando "¡No me gusta que me mientan!"
sábado, 12 de junio de 2010
Todos los días se aprende algo nuevo
¡Lo encontré!
En relación al post que publiqué el 7 de junio bajo el título "Un plumero a la derecha", descubrí el significado de "Office sucio".
Se trata de una "dependencia hospitalaria destinada al lavado del instrumental quirúrgico fuera del área quirúrgica pero en comunicación con la misma mediante ventana guillotina."
Fue otra colaboración de Desde Quirno con amor, para enriquecer nuestro vocabulario.
jueves, 10 de junio de 2010
Jorge
Lo conocí en el ‘84, cuando gané un "concurso de crucigramación" que organizó Ediciones De Mente y el premio fue un curso de crucigramas y afines. El era, junto a Eduardo Gimenez (autor de la foto que ilustra este post) uno de los Jefes de Redacción de la editorial y al poco tiempo de conocerme, quiso que trabajara para él, como Redactora. En seguida quiso que fuera su Secretaria de Redacción. Trabajamos juntos un montón de años. Muchas de las cosas que sé, las aprendí de él. Nos admirábamos mutuamente. Y prueba de ello, son la infinidad de notas, dedicatorias y cartitas que me fue escribiendo mientras compartíamos la oficina:
En un día de la secretaria, armó una tarjeta con mi foto afuera y su foto adentro. Escribió junto a la mía:
"Para la mejor secretaria del mundo..."
y junto a la de él:
"... del mejor jefe."
En la primera página del libro "Fauna" de su autoría, que me regaló:
"A la inigualable Andrea, dechado de virtudes, con mucho cariño, no exento de admiración"
En una hojita del taco del calendario del escritorio, alabando unas frases publicitarias que redacté:
"¿En qué agencia laburás, piba?"
No le gustó que me casara. Estaba enojado, decía que yo era muy inteligente para casarme. Estuvo presente en el civil, y cuando la gente de la editorial le preguntó como era mi marido, sólo se le ocurrió responder "Zurdo" (haciendo obvia alusión a que firmó con la mano izquierda).
Cuando me cambiaba el corte de pelo y me dejaba el flequillo, él me lo tiraba para atrás. Decía que no tenía que esconder mi frente, así como tampoco escondía mi inteligencia.
Me llamaba "Tweety", por mi voz finita.
Quizás no todos sus comentarios fueran ciertos. Pero nacían de la admiración y el afecto que nos teníamos.
Se llamaba Jorge Varlotta. En realidad su nombre completo era Jorge Mario Varlotta Levrero. Firmaba sus libros como Mario Levrero y sus artículos como Jorge Varlotta. Murió en el 2004, justo el día de mi santo, de algo que podría haber evitado.
Ayer entré al cuarto de mi hijo y lo encontré tirado en la cama, leyendo un libro que su novia le había prestado: "El lugar", un texto que Jorge publicó en 1982.
Lo miré, le conté de él, le mostré las dedicatorias que aún conservo y no pude evitar emocionarme. Cosas de la vida.
lunes, 7 de junio de 2010
Un plumero a la derecha
Una raya más al tigre
El viernes pasado fuimos al local Claro del Alto Palermo para solucionar un tema con el celular de mi hijo. Al entrar, nos recibió una máquina que daba unas cinco opciones (no recuerdo todas, pero algunas eran "Clientes", "Empresas", "Reparación de equipos", "Compra de equipos" y cosas similares). La idea es que uno elige la opción correspondiente y aguarda ser atendido.
Nosotros éramos "Clientes". Teníamos el número 187 y nos dispusimos a esperar nuestra turno. Cuando llegó el 186 suspiramos aliviados: faltaba poco. Pero no. La atención, según le explicaron a otro cliente que, como nosotros, se sorprendió del sistema que usan, es por riguroso orden de llegada, sin importar para qué ítem saca número cada persona.
Nos miramos sin decirnos nada. No podíamos entender a quién se le pudo haber ocurrido un sistema tan estúpido. ¿Y por qué #$%&* no dan un sólo número, para que uno vaya calculando cuánto tiempo le falta por esperar?
Al lado de esto, el problema por el que fuimos pasó a segundo plano: Claro decidió, sin motivo alguno, cambiar el número de plan de mi hijo por un tema interno administrativo, pero no sus beneficios... con la excepción de que por quince días cursará un período sin los beneficios del plan viejo y sin los beneficios del plan nuevo (léase, sin número gratis para mensajes ni para llamadas). La solución que nos propusieron es que compremos tarjeta hasta ese entonces.
Mientras, seguimos comiendo vidrio.
domingo, 6 de junio de 2010
Nefasto
Días atrás, mi hija me mostró un folleto publicidad de un médico que trata trastornos alimenticios. Con el texto "Le será de mucha utilidad", nos obsequia en el mismo una "tabla de peso ideal".
Grande fue mi sorpresa cuando leí lo que, para este médico, es un peso ideal:
Siendo mujer...
Si usted mide 1,64, debería pesar no más de 61 kg.
Si usted mide 1,66, debería pesar no más de 62 kg.
Si usted mide 1,68, debería pesar no más de 63 kg.
Si usted mide 1,70, debería pesar no más de 65 kg.
Si usted mide 1,72, debería pesar no más de 66 kg.
Si usted mide 1,74, debería pesar no más de 67 kg.
Si usted mide 1,76, debería pesar no más de 69 kg.
Siendo hombre...
Si usted mide 1,70, debería pesar no más de 72 kg.
Si usted mide 1,72, debería pesar no más de 74 kg.
Si usted mide 1,74, debería pesar no más de 76 kg.
Si usted mide 1,76, debería pesar no más de 77 kg.
Si usted mide 1,78, debería pesar no más de 79 kg.
Si usted mide 1,80, debería pesar no más de 80 kg.
Si usted mide 1,82, debería pesar no más de 82 kg.
Si usted mide 1,84, debería pesar no más de 83 kg.
Supongo que la idea será la de hacer sentir pasado de peso al común de la gente para conseguir más pacientes, pero... ¿no es un sistema demasiado perverso?
Disculpen, pero ahora que me acuerdo, me voy corriendo. Todavía me queda una porción de Selva Negra en la heladera y no quiero que nadie me gane de mano.
viernes, 4 de junio de 2010
No era tan cara, al final...
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