lunes, 1 de marzo de 2010

Popi. La despedida


Desde hace unos seis años, Popi -un hermoso conejito enano- formaba parte de nuestra familia. Pero claro, el tiempo pasó, los chicos empezaron a tener otros intereses y Popi fue creciendo, lo que hizo que la conejera le quedara chica.

Hace unos meses, nos abocamos a la tarea de encontrarle un hogar más amplio, donde pueda vivir feliz los últimos años de su vida. No fue fácil. Encontramos granjas y zoológicos donde nos decían que de todas formas lo pondrían en una conejera para protegerlo de los perros y otras donde lo aceptaban... ¡como alimento para las fieras!

Finalmente dimos con una pequeña granja, "El arca de Noé", en Ezeiza, donde no sólo lo aceptaron gustosos sino también respondieron a nuestro mail diciendo que "aquí hay muchas conejitas que lo esperan ansiosas".

Y allí fuimos. Al principio estaba un poco tímido y temeroso. Pero con el correr del tiempo (y de las conejitas) fue entrando en confianza. Ahí quedó (en la foto, es el que está de espalda), con nuestra promesa de volver a visitarlo (y quizás, conocer a su descendencia...).

Bye, bye, Popi.

3 comentarios:

  1. QUE TRISTEZA!!! PERO AHORA DEBE ESTAR MEJOR, NO?
    BESITOS
    SANDRA

    ResponderEliminar
  2. Eso espero, Sandra. Que haya hecho buenas migas con sus congéneres... Pero hoy a la mañana me sentí como una madre alejada de su bebé y me dije "Cómo habrá pasado su primera noche lejos de casa?"

    ResponderEliminar
  3. Ya el lavadero no va a ser igual ...y no porque haya más lugar sino porque faltará Popi.Yo lo extrañaré.Me gustaba mucho.Besos.Má

    ResponderEliminar

¿Algo para decir? ¡Este es el momento!