No podía faltar en mi blog, el saludo a todos mis seguidores laburantes. Amigos, amigas e ilustres desconocidos que suelen sentir ese nudo en la garganta los domingos al anochecer y que saltan de alegría cuando llega el viernes por el sólo hecho de saber que siguen dos días sin tener que madrugar. Y también a los que no sienten nudo ni tampoco saltan. A quienes disfrutan de lo que hacen y a los otros, los que lo sufren. A los que adoran a su jefe, a los que lo detestan y a los que no lo tienen. A los que están conformes con su sueldo y a los que no. A todos, ¡feliz día del trabajador! Y que, aunque tenga mala prensa, nunca falte. Ya lo dijo Manrique:
"El trabajo tiene, entre otras virtudes,
la de acortar los días y alargar la vida."
La ilustración es de un viejo cuaderno de Matías donde, para ilustrar al "Día del trabajador", decidió dibujar a "una mamá trabajando". ¿Y qué otra cosa podía hacer una mamá trabajadora (en la cabeza de un Matías de tres o cuatro años) que estar sentada frente a una compu? Obvio que esta obra de arte se luce con orgullo, entre cientos de otros originales, en las paredes de mi oficina.
