martes, 4 de enero de 2011

Tramposos


Hoy, mientras hacía las compras en el supermercado, casi caigo en una "gran oferta gran". Dos dulces de leche Ilolay, al precio de uno.

"¡Qué bien que nos vienen"!, pensé. Hace poco más de un mes compramos una wafflera y a causa de eso, los frascos de dulce de leche desaparecen de la heladera como por arte de magia (también los huevos y la harina...).

Agarré dos, los puse en el changuito, y seguí haciendo las compras. Mientras estaba en la cola para pagar, me fijé en el vencimiento: les faltaba sólo seis días para vencer.

¡Consumir un kilo de dulce de leche en menos de una semana! ¡Pobre hígado!

En fin, "ofertas"...

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