domingo, 25 de julio de 2010
Abran paso que acá vengo yo
Es cierto, a veces -por no decir siempre- vivo "a los cuetes", corriendo de acá para allá, tratando de ganarle una carrera al reloj.
Esta semana salí de casa a eso de las nueve y cinco para tratar de llegar un poco antes de las nueve a mi clase de pilates. Imposible. Me crucé, en el camino, con el encargado de casa, los encargados de la cuadra, el dueño de la ferretería de la vuelta, la moza del bar de la esquina y el diariero, a quienes saludé educadamente.
Pero... ¿puede ser posible que NINGUNO me haya podido avisar que de mi buzo colgaba un broche? ¿Tuve que vivir el papelón de que me lo advirtiera un buen hombre que se paró al lado mío esperando que el semáforo nos permitiera cruzar la calle?
Una de dos: o dejo de ponerle broches a la ropa en la soga o empiezo a hacer las cosas con un poco más de calma.
jueves, 22 de julio de 2010
aBSurDo
Si hay algo que me divierte es formar palabras con las patentes de los autos. Cuando viajamos a algún lado, con mi marido competimos para ver quién encuentra más palabras o con más rapidez. La condición es que las tres letras formen parte de una misma palabra. Buena sugerencia para viajes largos en compañía de personalidades fastidiosas como yo.
Desde hace ya un tiempo estamos buscando la manera de cambiar el auto y la semana pasada surgió una oportunidad para vender nuestro BoTonCito (BTC). Raudamente nos abocamos a la tarea de encontrar otro auto. Y surgió otra oportunidad.
Pero... ¿podemos tener tanta mala suerte, para que la patente sea BQH y no se nos ocurra ninguna palabra que le cuadre? Mi primera decisión fue "Busquemos otro". Pero mi marido (hombre al fin) decidió que no era motivo suficiente.
Empecé a buscar entonces frases en que las palabras tengan esas iniciales, al estilo de "Boludo Que Hacés", "Bien, Qué Halago" o "Braulio, ¿Qué Hacemos?", pero ninguna me gustó.
¿Alguien tiene una buena sugerencia?
martes, 20 de julio de 2010
Preguntones
Acabo de leer -en el libro Espejos, de Eduardo Galeano, algo que me gustó:
«Simón Rodríguez, que había sido maestro de Bolívar, escribió sobre la educación popular: "Mandar recitar de memoria lo que no se entiende, es hacer papagayos. Enseñen a los niños a ser preguntones, para que se acostumbren a obedecer a la razón: no a la autoridad como los limitados, ni a la costumbre como los estúpidos. Al que no sabe, cualquiera lo engaña. Al que no tiene, cualquiera lo compra".»
Aplicable, como se ve, al modus operandi de muchos políticos argentinos.
Preguntas de mis hijos, de los tiempos de los "por qué", recuerdo muchas. Pero una, especialmente, me vino a la mente al momento de leer este texto.
Estábamos con mi pequeño (tendría unos 3 años) esperando a que cambiara el semáforo para cruzar una avenida. Al lado nuestro, una señora muuuuy viejita, también esperaba. En ese momento, él lanzó su pregunta, que obviamente no pude escuchar por el barullo de la calle y la distancia que nos separaba por nuestras alturas:
Matías: ¿bzz bzz bzzz?
Mamá: ¿Qué?
Matías: ¿bzz bzz bzzz?
Mamá: No te oigo, Matu. Hablá más fuerte.
Matías: ¿BZZ BZZ BZZZ?
Mamá: No escucho Matu. ¿Qué decís?
Matías: ¡QUE PARA QUE SIRVEN LOS VIEJOS!
... cri... cri... cri...
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