jueves, 23 de julio de 2009

Aprender a cumplir las normas


El chiste no tiene mucho que ver con el tema de esta entrada. Pero me gustó. Y bueno, habla de carteles de prohibición, así que no está tan alejado...

Hoy a la mañana nos despertamos con el sonido del portero eléctrico. Era el encargado, avisándonos que la grúa se estaba llevando el auto. ¿Por qué? Porque estaba estacionado en la puerta de una escuela, donde hay un enorme cartel que dice "Prohibido estacionar".

La primera reacción de mi media naranja fue "¡Pero si la escuela está de vacaciones!" Es cierto, la escuela no está funcionando por estos días. Pero el cartel está ahí y la grúa estaba en todo su derecho a cumplir con su obligación.

Menos mal que, para no aumentar la bronca de la mañana, mi sabiduría oriental hizo que no comentara mis pensamientos... Y menos mal también que todavía no tenemos la capacidad de leer los globitos de pensamientos ajenos (cosa que, dicho sea de paso, logra hacer tras grandes estudios sobre gestos, el protagonista de una serie que descubrió mi hijo y a la que me hice seguidora, "Lie to me", de Fox).

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