viernes, 12 de junio de 2009

Sigue ahí


Cuando Miguel llegó a casa trajo una valiosa dote: una lámpara-ventilador de techo que a partir de ese momento se luce en nuestro living.
Desde entonces, el ventilador pasó a tomar protagonismo. Cualquier discusión puede terminar en “te bajo el ventilador” o “me llevo el ventilador”, según quién esté más enojado.
Hoy el ventilador de techo cumple un año más en casa.
Feliz aniversario, cielo. Este fragmento de “Como el primer día” de Cortez, va dedicado a vos.

"Te sigo queriendo como el primer día,
con esta alegría con que voy viviendo.
Más que en el relevo de las cosas idas
en la expectativa de los logros nuevos.

Te sigo queriendo, valga la osadía,
con la garantía de mis pobre sueños,
es decir, empeños porque todavía,
vive el alma mía de seguir creyendo.

Como el primer día, como el primer beso
y el primer exceso de melancolía.
Como la folía del primer intento,
como el argumento de una profecía.
Como el primer día te sigo queriendo.

Te sigo queriendo, si no lo diría,
sé que no podría con mis sentimientos,
lo que llevo adentro se convertiría
en una jauría de remordimientos.

Como el primer día eres el velero,
la estrella y el viento de mi travesía.
Mi filosofía, mi apasionamiento,
mi mejor acento, mi soberanía.
Como el primer día te sigo queriendo."
(Alberto Cortez)

Como el primer día no, cada día un poco más.

2 comentarios:

  1. Bueno, bueno! no sólo el ventilador. También la plancha para comer carne formó parte de la "valiosa dote", aunque no la usemos, y hasta un televisor que no anda muy bien y un aparato de DVD que hoy luce orgulloso en la pieza de Matu.
    Cuando nos conocimos, me alcanzaba con que sólo seas una buena compañera. Pero fuiste mucho más que eso, y me hiciste creer en algo que sólo suponía que era una utopía: que el verdadero amor existe, y que uno puede estar con la mujer con la que siempre soñó. Así de importante sos para mí, mi amor, y espero que hoy sólo sea una fecha más perdida en la enorme cantidad de años que quisiera estar junto a vos.

    MIGUEL

    ResponderEliminar
  2. Gracias Miguel:que sigas por siempre subido a ese velero,como dice Rosa Andrea, para que juntos y con mucho amor puedan atravesar eternamente la travesía de la vida.Un fuerte abrazo.Sonia

    ResponderEliminar

¿Algo para decir? ¡Este es el momento!