sábado, 28 de febrero de 2009
martes, 24 de febrero de 2009
La "tristesa" de mi sobrino
El otro día leí en el facebook que mi sobrino Amir había escrito algo así como "Ufa, se acabaron las vacasiones" (sic). Eso me hizo recordar ese nudo en la garganta que se me formaba, de chica, en esta época del año... ¡Qué cosa más horrible, tener que volver al colegio después de las vacaciones! Según cuentan las malas lenguas (bah... mi mamá), para cuando andaba por tercer grado, más o menos, mi speech era "Si ya sé leer, escribir y hacer cuentas, ya sé todo. ¿Para qué seguir yendo a la escuela?"
El chistecito de Felipe va dedicado a Amir. Y a todos los pobres niños y adolescentes que, dentro de poco, tendrán que volver a vestirse bien, sacarse las ojotas y quedarse sentados y calladitos tanto tiempo...
Para los cortos de vista, esto es lo que dice el chiste:
Mafalda: "Bueeeeeno.... dos días más y... ¡a clase!
Felipe: "¿Qué sentirá un paracaidista dos metros antes de llegar al suelo con el paracaídas cerrado?"
sábado, 21 de febrero de 2009
Me alcanzó
Desde hace dos meses; mi concubino, conviviente, señor marido, compañero de ruta... etcéteras, me viene persiguiendo con las cantinelas de "me llevás un año", "sos un año más vieja" y otras pavadas por el estilo, a pesar de los dos meses que separan mi cumpleaños del suyo. Y bueno, como todo llega, hoy a las 12 de la noche, se termina la diferencia de edad. ¡Felices 45, cielo!
"Te regalo un concierto, de sonrisas
y mi cara lavada con tu aura.
Te regalo una orquesta de gemidos
y ponerle sentido al sin sentido.
Te regalo, una copia de mi llave
para que me abras con confianza el alma.
Te regalo, un pasaje hasta mi almohada
para que sea mi cuerpo tu parada..."
Te amo
Un placer
viernes, 20 de febrero de 2009
El juego de las 7 diferencias
Allá por 1991, Flor empezaba salita de dos en el jardín. Y acá luce, ansiosa, antes de empezar las clases, con el delantalcito celeste y la bolsita pintada a mano (por mí, ¿quién más?) con su personaje favorito, Kitty.
El tiempo pasa, y a pocos días de empezar Medicina, Flor también espera ansiosa con su delantal nuevo, su pinza de disección y sus guantes descartables.
Diferencias hay varias. Pero la sonrisa... siempre presente. ¡Qué sigas así, Floripondia! Te quiero.
Rosa
Cuando nací, y por ser la primera mujer de la familia, mi abuelo pidió que me pusieran "Rosa". Mamá decidió agregarle "Andrea" porque Rosa solo no le gustaba. Siempre odié llamarme Rosa, a tal punto que lo terminé ocultando. Pero de chiquita (parece ser que apenas tenía dos años) creía que Sandro había escrito su "Rosa, Rosa" especialmente para mí. Me regalaron el simple, que pedía que me pusieran hasta el cansancio, me paraba frente al mueble de madera donde estaba el tocadisco y escuchaba a mi ídolo cantar, con mis dientitos apoyados en el borde del mueble. Así fue que, cuando lo vendieron, se llevaron también las marquitas talladas.
Pasó el tiempo y me convertí en una de esas "nenas" que, en grupo de amigas, íbamos a todos sus shows para deshacernos escuchando sus canciones y susurros y para gritarle cosas. Una de ellas una vez comentó algo muy cierto: muchos hombres, que durante la semana van atildados y con saco y corbata a trabajar, se desatan los domingos en la cancha gritando improperios. Nosotras hacíamos otro tanto: trabajamos prolijamente vestidas, vivimos a pura discreción, criamos hijos, hacemos compras, cocinamos, vamos a reuniones donde charlamos sobre cine, libros, política o lo que sea... y una vez cada tanto, nos desatamos en esos recitales, esperando que cante "Te quiero" para gritarle "YO TAMBIEEEEEENNNN!!!!" o que susurre "Quieeeero llenaaaaarme de tíííí" para contestarle "¡YO MAAAAAAAAAS!", paradas como desaforadas y con los brazos extendidos como si estuviéramos solas en una isla viendo un helicóptero acercarse.
Ahora el pobre anda de última... Se lo extraña. Ojalá se salve. Este es mi homenaje.
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Fuego contra fuego
(Sandro)
Tengo un beso encadenado entre mis labios
Y la llave de ese beso está en tu boca
Mira mi alma con que dolor te implora
Desencadena esta pasión devoradora
Que sin piedad me oprime el corazón.
Como una roca, como un volcán,
Apagado para siempre
Me resigné a vivir en la razón y la cordura
Sin permitirme jamás una aventura
Pero fue tu mejilla y aquel roce, mi niña,
Que desataron en mí el delirio y la locura.
Se despertó el volcán que aún dormía
Fuego contra fuego, lava candente
Corazones que arden, sol en tinieblas
Y mi última sangre es un torrente.
Abro los ojos y recorro calendarios
Con la pequeña ilusión que sea cierto
En la lista de partida estoy primero
Desencadéname este beso prisionero
Libérame este beso nada más
Y después, y después muero.
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¡No! ¡No te mueras nunca! Aaaahhhhhhh......
sábado, 14 de febrero de 2009
Sin aceitunas
Estoy por empezar la tarea culinaria de hoy: preparar empanadas para el próximo fin de semana, porque tenemos fiestita de "cumpleañosfeliz" en casa. Y como a Miguel, el homenajeado, no le gustan las aceitunas, habrá algunas hechas especialmente para él, con un repulgue identificatorio.
¿A qué viene todo esto? A que la situación me hizo recordar algo muy simpático que nos pasó cuando fuimos a pasar un fin de semana a una estancia. Tras el recibimiento, nos convidaron con empanadas. Miguel, previsor, le preguntó al muchacho que nos las servía: "¿tienen aceitunas?" El muchacho, que se desvivía por atendernos, contestó que sí con su mejor sonrisa. Luego se retiró y a los pocos minutos estaba de regreso con una fuente de aceitunas sólo para él. "Confianzudo y caprichoso", habrá pensado el pobre...
miércoles, 11 de febrero de 2009
Olvido imperdonable
Hace un tiempo, pasé por una esquina de la avenida Gaona, donde antes funcionaba un banco y noté con sorpresa que el banco se mudó y que ahora funciona una casa funeraria. La sorpresa no fue por la simple mudanza del banco, sino porque olvidaron sacar de un costado, un buzón con la leyenda "DEPOSITOS FUERA DE HORARIO". Sin palabras...
miércoles, 4 de febrero de 2009
¡Mickey perdió la cabeza!
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